Me quede despierta mirando como dormías, estabas tan hermoso y lleno
de paz que no pude evitar sonreirle a tus ojos cerrados. En la profundidad de
la noche lo único que se escuchaba eran tus latidos que hacían música con tu respiración,
eran lo único que necesitaba escuchar esa noche y todas las noches futuras para
sentirme realmente viva. No pude evitar acariciarte y trazar más de un infinito
en tu hombro, esperando ser la única que pueda dormir a tu lado por el resto de
la vida. Cada milímetro en vos era simplemente perfecto, era dulce y tranquilo,
era idéntico al paraíso en el que me hiciste sentir cuando abriste los ojos.
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