Volví a soñarte
con tu sonrisa iluminada, tus ojos chispeantes y tu tacto cálido. En cada sueño
te tengo de la forma en la que nunca te tuve, me arriesgo por vos y concluye lo
que queda pendiente cada día en la realidad. Después de tantos años, me parece
increíble verte con tanta nitidez cuando estoy dormida, tu recuerdo nunca se
vuelve borroso y mi mente crea historias perfectas en las que tu ausencia no
existe. Sos un dulce masoquismo que inconscientemente vuelve a mí para
recordarme que el único momento en el que te tengo es cuando mis sueños dibujan
tu forma.
A veces me tortura pensar en que no voy a volver a verte, pero en los días buenos, cuando la esperanza hace presencia, me gusta pensar que el destino va a reunirnos, que nuestros caminos, en algún momento en el infinito, van a volver a cruzarse para que podamos terminar lo que nunca empezó.
A veces me tortura pensar en que no voy a volver a verte, pero en los días buenos, cuando la esperanza hace presencia, me gusta pensar que el destino va a reunirnos, que nuestros caminos, en algún momento en el infinito, van a volver a cruzarse para que podamos terminar lo que nunca empezó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario